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| Jesus nos dejó el mejor de los mandamientos "El mandamiento del amor"
En el Antiguo Testamento Dios entregó los Diez Mandamientos a Moisés en el Sinaí para ayudar a su pueblo escogidos a cumplir la ley divina. Jesucristo, en la ley evangélica, confirmó los Diez Mandamientos y los perfeccionó con su palabra y con su ejemplo. Nuestro amor a Dios se manifiesta en el cumplimiento de los Diez Mandamientos y de los preceptos de la Iglesia. En definitiva, todos los Mandamientos se resumen en dos: Amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo, y más aún, como Cristo nos amó.
Los diez mandamientos son:
1. AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS
Todos amamos a nuestros padres que nos han dado la vida y nos dan todo lo necesario para crecer y vivir, del mismo modo Dios es el primero que nos ha amado y ha querido que seamos sus hijos, quien ama a Dios, quiere que los demás le conozcan y no se avergüencen de él. Para amar a Dios, hay que amar al prójimo, nadie ama al prójimo si no ama a Dios, pues él es nuestro prójimo más importante.
2. NO TOMARÁS EL NOMBRE DE DIOS EN VANO
No debemos emplear el nombre de Dios y de las cosas sagradas con desprecio. No debemos jurar por Dios en falso. Todo ello es un antitestimonio de Dios que no puede ser tolerado por los cristianos
3. SANTIFICARÁS LAS FIESTAS
Ir a misa, debe ser participar activamente estando atentos a las palabras y signos, rezar con el corazón, estar atentos a lo que Dios nos quiere decir con su Palabra, darnos cuenta de la presencia de Jesús, y principalmente ser conscientes de que todos los miembros de la comunidad son mis hermanos.
Algunas causas por las que no vamos a misa son:
- Porque pensamos que para ser buenos, no hace falta ir a misa
- Es aburrida
- Por pereza
- Por falta de Fe y de Amor
Muchas veces el que los demás no vayan a misa es porque somos pasivos y no nos comprometemos.
Debemos amar y honrar a nuestros padres, una prueba de nuestro amor hacia ellos es la obediencia, sobretodo cuando aún no hemos madurado, pues ellos han vivido más que nosotros y quieren lo mejor para nosotros. De igual modo este mandamiento también incluye el amor de los padres hacia sus hijos, los padres deben saber mandar pero sin imposición. A veces cuando nos hacemos mayores, surgen conflictos entre padres e hijos, pero como adultos, esto puede solucionarse dialogando con sinceridad y escuchando. Este mandamiento busca la armonía, paz y amor entre toda la familia.
5. NO MATARÁS
Nunca hemos matado a nadie, pero este mandamiento no consiste solamente en no matar, sino también en no hacer daño al prójimo ni con palabras ni con obras, ni deseando ningún mal. El no ayudar al prójimo, a tantas personas que necesitan nuestra ayuda, son también una falta contra este mandamiento. Al prójimo hay que amarlo, perdonándole incluso las ofensas, sin ningún tipo de rencor, y devolviendo incluso bien por mal. Pecados contra el quinto mandamiento: homicidio, suicidio, tortura, odio, rencor, venganza, droga, secuestros, aborto, alcoholismo, envidia, violaciones, despreocuparse del prójimo.
6. Y 9. NO COMETERÁS ACTOS IMPUROS; NO CONSENTIRÁS PENSAMIENTOS NI DESEOS IMPUROS
Muchas veces llamamos amor a lo que es egoísmo, el amor no siempre es fácil, es mucho más que una emoción bonita y agradable. El instinto sexual del hombre es diferente al de los animales, los animales se guían por un instinto ciego que les lleva a la reproducción, la persona humana tiene este instinto, pero no es ciego, sino que debe ser controlado por la inteligencia, no tiene como único fin la procreación, sino también la manifestación de amor a la pareja. Si el hombre se dejara llevar sólo por su instinto llegaría a su propia destrucción. El amor entre el hombre y la mujer, debe estar unido a la fecundidad, por ello ambos han de tener vocación de padres, esto implica saber amar, cuidar, educar a los hijos. No sólo se peca de obra, sino también de palabra, pensamiento y deseo. Pecados contra el sexto y noveno mandamiento: adulterio, pornografía, relaciones prematrimoniales, prostitución.
7. y 10. NO ROBARÁS; NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS.
Dios creó todo para todos, de modo que tengamos lo suficiente para vivir dignamente. Pero el egoísmo y la codicia hace que unos tengan mucho, y otros pasen verdaderas necesidades. No es parte de tus bienes lo que das al pobre, lo que le das le pertenece“ (comentamos un poco la frase) Robar no es sólo apropiarse de algo que no es tuyo. También robamos cuando no estudiamos lo que debemos, no rendimos en el trabajo todo lo que debiéramos. Nos quedamos con la vuelta de la compra sin decírselo a nuestros padres, le cogemos dinero del monedero sin permiso. La envidia también nos lleva a pecar, el querer algo que tiene otro y yo no puedo tener, es importante saber conformarse con lo que Dios nos ha dado y podemos obtener honradamente, y no valerse de injusticias para conseguir las cosas. Pecados contra el séptimo y décimo mandamiento: robo, estafa, envidia, codicia, injusticia, explotación
8. NO DIRÁS FALSOS TESTIMONIOS NI MENTIRÁS
A ninguno nos gusta que nos engañen, pero no sólo mentimos cuando no decimos la verdad, sino también cuando sabemos que se está haciendo algo mal, y nos callamos. Todos tenemos derecho a que se nos diga la verdad, y un cristiano debe rechazar la mentira. Pecados contra el octavo mandamiento: Mentira (decir lo contrario de lo que se piensa), calumnia (atribuir al prójimo pecados o defectos que no tienen), falso testimonio (declarar alguna cosa contra la verdad), murmuración (criticar negativamente el comportamiento y la vida de personas ausentes)
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http://www.telefonica.net/web2/eseducativa/mandamientos.html
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